Este blog forma parte de la iniciativa "Ciudad Filosofía" recogida en la web (enlazada en el menú de arriba), pero está dedicado exclusivamente a resaltar las acciones enfocadas a la defensa de la educación de esta disciplina en la ESO y Bachillerato.

jueves, 20 de junio de 2013

I Certamen de Cortometrajes Ciudad Filosofía: crónica del evento


Bueno, por fin hemos parido. Tras concebir entre septiembre y octubre del pasado año nuestro Certamen de Cortometrajes, su primera edición ha dado sus frutos aproximadamente nueve meses después. Ya estuvimos avanzando algo al respecto en la anterior entrada de este blog; ahora, una vez transcurrido el evento, ya podemos realizar la crónica correspondiente. Nos reunimos a últimas horas de la tarde del 19 de junio en la Casa de Cultura de Villena, con una muy satisfactoria asistencia de público (unos dos tercios del aforo). Fueron proyectados todos los cortos seleccionados y, de entre ellos, desvelamos aquellos en que finalmente recayeron nuestros premios. Me resisto a calificarlos como "ganadores" porque, como aquella misma noche se comentó, ganadores los consideramos a todos simplemente por haberse prestado a seguirnos en esta nuestra propuesta, por su ánimo colaborador desinteresado, su ímpetu y la disposición a invertir su esfuerzo, su tiempo y su creatividad. Pero algunos, inevitablemente, tenían que ser los que llegaran al final del camino; y en este caso fueron los trabajos siguientes:

Tercer premio: Hay tantas realidades como puntos de vista.



 Segundo premio: Percepción. Perfección



Primer premio: Parallelism.



Todos los creadores fueron desfilando para recibir sus galardones de manos de Laura Torres, fotógrafa; Antonio Vicente Martínez, presidente del Cine Club Villena y Teresa Menor, compañera de Ciudad Filosofía. Junto al reconocimiento correspondiente, también recibieron un pequeño obsequio por cortesía del Cine Club Villena y de la Casa de Cultura de Villena consistente en un abono gratuito para su programación cinematográfica. Además, Antonio Vicente Martínez sorprendió no sólo a los participantes sino incluso a los mismos organizadores con el anuncio de que los cortometrajes con primer y segundo premio serán incluidos en la programación de la 32ª Semana de Cine de Villena, a celebrarse en agosto. Es decir, para el público en general, el que paga su entrada, como previo a la exhibición de los largometrajes de estreno de turno y junto a otros cortos profesionales alguno de ellos ganador de un Goya. Es decir, nuestros chavales en el mundo del cine "de verdad". Supongo y espero que a ellos les hará ilusión, pero también a nosotros, porque ello corrobora nuestro criterio a la hora de valorar la calidad de estos trabajos, suficiente para que se consideren perfectamente dignos de lo anterior.
    En resumen, una velada de la que todos disfrutamos; en la cual, contraviniendo la muy fiable Ley de Murphy, no se produjo ni uno sólo de los temidos y posibles contratiempos, y de cuyos aspectos a mejorar ya hemos tomado buena nota mental de cara a la próxima edición, en la cual comenzaremos a pensar nada más volver de las merecidas vacaciones. Si no pudiste estar presente, tienes oportunidad de ver los trabajos que se proyectaron esa noche, más todos los restantes presentados al Certamen, a través de nuestra web.

Y, aunque no sea cierto lo de que una imagen vale más que mil palabras, nadie duda de que siempre ayudan, así que aquí te ofrecemos una buena colección que documenta el acontecimiento:












sábado, 8 de junio de 2013

I Certamen de Cortometrajes Ciudad Filosofía: acto de exhibición de finalistas y entrega de premios





Que nuestros estudiantes se impliquen en las propuestas educativas con interés, esfuerzo y entusiasmo es algo que sólo requiere, quizás, de que esas propuestas sean las apropiadas. Parece que algunos de los profesores que formamos parte de Ciudad Filosofía lo hemos conseguido al plantearles el reto de hacer filosofía con imágenes. Inspirándonos en alguna experiencia previa de este mismo cariz llevada a cabo por algunos de nosotros, concebimos la idea de un certamen de cortometrajes en que el alumnado de Secundaria de la provincia de Alicante presentara su particular visión acerca de un determinado tema de reflexión, en este caso "La realidad". De hecho, fue éste el proyecto con que nació la iniciativa "Alerta Filosófica", aunque sus resultados no se hayan manifestado hasta hace bien poco. Y esos resultados se han concretado en la recepción de una buena cantidad de trabajos, muchos de ellos  de excelente calidad. Conscientes de que todos ellos habían sido realizados con igual entusiasmo e ilusión, el jurado (vamos, nosotros mismos) tuvo que aplicarse a la ingrata tarea de seleccionar a los finalistas en una maratoniana sesión de visionado presidida por diversas variedades de té y galletas danesas de mantequilla (hay que cuidar el cuerpo y no sólo la mente, oiga, que somos filósofos pero no tontos). Como resultado, la criba de los agraciados cuyos trabajos serán exhibidos al público el día 19 de junio, a las 20:30 horas, en el salón de actos de la Casa de Cultura de Villena (Alicante). Allí tendremos el placer de reunirnos todos los implicados, junto con cualquiera que desee asistir, para reconocer el mérito de los creadores. Y si algo te impide acudir, no te preocupes, porque en su momento podrás acceder a los cortos a través de nuestra página web (ciudadfilosofia.jimdo.com).

Y sólo resta aclarar que ésta no ha sido una ocasión única. El Certamen de Cortometrajes Ciudad Filosofía ha nacido con la pretensión de mantener su continuidad año tras año. Y con la promesa de que haremos todo lo posible para que lo que ha nacido como algo ciertamente modesto vaya creciendo cada vez más. Permanezcan atentos a sus pantallas.

Hemeroteca (4): Amelia Valcárcel: "Descartes: poner el mundo en pie"



"Descartes: poner el mundo en pie"
AMELIA VALCÁRCEL
Publicado en "El País" el 7 de junio de 2013 





Los proemios son declaraciones de intenciones y tenemos por cierto que siempre son buenas. El de la ley de Educación también. Cuenta que el aprendizaje “va dirigido a formar personas autónomas, críticas con pensamiento propio”. No añade “que no sepan quién es Platón, Descartes ni Kant”, pongamos por caso. Eso que no dice, sin embargo es lo que sucedería si el asunto no se arregla. Y bien, pudiera bien ocurrir que alguien se preguntara por qué hay que saberse esos nombres. La razón es elemental: sucede que son nuestros primeros maestros en eso de ser personas autónomas, etc, etc. Escribimos con sus palabras y pensamos con los esquemas de que nos proveyeron.

El pensamiento es la energía más sutil y necesaria de cuantas existen. Una cosa hay que decir además, es una energía cara. Para producir personas capaces de generarla necesitamos todo el completo sistema educativo, que cuesta mucho, y una sociedad que, con confianza, lo pague. En esos largos años en que nos educamos aprendemos una larga cantidad de cosas que tienen de suyo el ser inútiles. Las ciencias no son inmediatamente útiles, aunque puedan tener muy buenos resultados. Quienes las cultivan lo hacen porque les gusta. Aristóteles fue el primero que sepamos que se paró a pensar qué hacia diferente a las habilidades de los saberes. Había gente habilidosa que sabía hacer cosas, edificios, muebles... y otra que sabía quedarse con la idea. Los primeros solían ser buenos albañiles y los segundos eran algo más. Aquellos griegos, como que estaban edificando mucho y bien, tenían afición a ejemplificar con los arquitectos.


Volvamos a los que sabían ese “algo más”. Estaba claro que no era útil el “algo más”. La utilidad quedaba para hacer las cosas, pero pensarlas exigía un cierto talento y entrenamiento en dejar vagar el pensamiento en libertad. Sigo con Aristóteles porque lo tenía muy claro. Las teorías, las ciencias, son hijas del ocio, de la falta de presión, del haber superado el diario buscarse la vida. Así lo cuenta en la Metafísica. “Las teorías se desarrollaron allí donde primero pudieron los hombres tener ocio, vagar; por eso las matemáticas aparecieron en Egipto donde tenía ocio la gente sacerdotal”. El verbo que emplea para decir “vagar o no trabajar con las manos” es esjolaso, una palabra interesante porque de ella sacaron los romanos schola y nosotros “escuela”. Si no hay tiempo de libertad no hay matemáticas, ni teoría alguna.

Es cosa sabida que el mundo antiguo, que nos enseñó a vivir, porque seguimos siendo un remedo y herencia del Imperio Romano, no tenía universidades. Había Maestros afamados que abrieron escuelas donde se recibían las gentes de condición aristocrática y futuros gobernantes. La de Posidonio en Rodas llegó a ser la mejor. Pero no había enseñanzas regladas, exámenes ni títulos. Simplemente un alguien que fuera a tener un gran papel en el mundo debía, imperiosamente, haber pasado una parte de su vida practicando ese verbo que Aristóteles escribe, vagando, haciendo un acúmulo de teoría, lo que significa de conocimientos y por ende debates no inmediatamente útiles. Ya sabría esa persona sacarles utilidad cuando, madura, tuviera ocasión para ello.

Bien pensado, aquí seguimos esa estela: durante nuestra primera y media formación aprendemos una larga serie de cosas que probablemente usemos muy pocas veces. Nociones de casi todo, de las dichas matemáticas, de gramática, de geografía, de física, de historia, de cristalografía o de prehistoria... que no usaremos probablemente nunca. Pero nos gusta saber que se quedan ahí, porque son además como escalones que nos permitirán acceder después a otros saberes más complejos. Nos vamos entrenando, por así decir.


De entre esas cosas algunas son extrañas y la filosofía la más extraña. Porque es un saber del que muchas sociedades han prescindido. Para hacernos clara cuenta de su profundidad debemos estudiar detenidamente su historia, que es fascinante. Nace con Grecia y nos acompaña desde entonces, cambiando y modulándose sin descanso, con unas teorías subiendo sobre otras hasta componer un edificio asombroso al que conocemos por el nombre de pensamiento. Porque no es cierto que la filosofía enseñe a pensar. A pensar nos entrena, pero nos enseña sobre todo, lo pensado, lo que ha sido pensado y su porqué. En un enorme flujo de ideas y argumentaciones que, en volandas, nos ha traído hasta nuestro presente. En realidad navegamos sobre él. En la cabeza de cualquier persona culta bullen pensamientos que alguna vez se sumaron a ese río enorme. Los tomamos por nuestros, y lo son, pero nos los proporcionaron quienes nos precedieron. Todos estos pensamientos están, además, vivos, y mantienen entre ellos los amores y aversiones con que salieron de sus primeras fábricas. Disputan.


A veces lo peculiar de nuestra tradición nos sorprende: parece un enorme e insensato derroche de inteligencia. Pero luego nos damos cuenta de que, con toda esa masa, hemos hecho cosas. No son solamente ideas, sino instituciones, comportamientos, reglas y costumbres. Parte de nuestra política se la debemos a Locke, de nuestro sentido del humor a Voltaire, de nuestra manera de tratar a los demás a Kant, de lo que entendemos por vivir bien a Epicuro. Eso nos sucede porque ese saber está intrínsecamente vinculado a lo que somos, nos ha moldeado en realidad. Para confesarlo todo, hay que decir que somos la primera humanidad producto de un diseño del cual las ideas filosóficas fueron las principales autoras. Somos una “humanidad pensada”, el resultado de la imaginación ética y política de quienes dieron el gran salto que nos separó del mero sucederse natural. Nuestra concepción se realizó en las poderosas mentes que dieron camino a la Modernidad. Y sabemos lo que es la Modernidad porque nos hemos hecho cargo de ese enorme monto reflexivo en que consistimos.

La historia de las ideas, la historia de la filosofía, es la historia de lo que somos y de por qué lo somos. Está todo ahí. De Spinoza a Darwin; de Hegel a Freud. De Tocqueville a Beauvoir. En el pensamiento casi ningún camino es imposible. La filosofía no sólo forma parte del núcleo duro de las Humanidades, sino que es la raízmisma de aquello en que nuestra civilización consiste. Su historia es nuestra historia. Cuando nos narramos, cuando queremos saber y decir quiénes somos, debemos invocarnos como progenie de Sócrates, de Platón, de Hume, de Montesquieu, en fin, de cuantas innovaciones conceptuales, institucionales y morales nos han traído al momento presente.

Por esa persistente peculiaridad, la filosofía y su historia forman parte del saber de una persona que haya recibido un cierto monto de educación, como lo vemos aquí y en nuestro entorno. No siempre las entendemos al completo, pero sabemos que nos hablan de asuntos profundos que debemos guardar y transmitir. Venimos de ahí; somos lo que somos por ese origen. No somos súbditos ni adoradores, aunque obedezcamos y quizás oremos, sino gentes de las ideas. Ellas son nuestros muros firmes. Descartes nos puso de pie. Y así, como nos puso, debe ser contemplado el mundo. Eso lo tenemos que seguir sabiendo y transmitiendo. Que Descartes no es lo que sobra cuando queremos prescindir utilitariamente de algo, sino el filósofo que, fiado solo en la razón, nos puso en el mundo de pie.

Y no puede llega a ocurrir que ante la mención de su nombre, u otro cualquiera de los grandes nombres de esa espléndida historia, alguien rezongue o responda “¿Quién?... ¿mande?”.



jueves, 6 de junio de 2013

Tertulia de Té y Filosofía

Este próximo sábado, 9 de Junio, a las seis de la tarde, y en El Carro de Tespis de Sax (C/ Yecla, 15), tendrá lugar una nueva Tertulia, inscrita en el ciclo Té y Filosofía de Alerta Filosófica.

Para esta reunión os proponemos el siguiente tema: a veces se dice, en teoría social y política, que hay un conflicto, quizás imposible de resolver, entre Libertad y Justicia. Si permitimos que cada individuo sea lo más libre posible (especulando y enriqueciéndose, por ejemplo) eso provocará grandes desigualdades, que no son justas (dirán algunos). Si queremos garantizar la Justicia, tenemos que restringir la libre iniciativa de los individuos. Se suele decir que, mientras los países liberal-capitalistas optan por la Libertad, los socialismos optan por la Justicia.
Otros no creen que Libertad y Justicia sean incompatibles. Algunos, porque creen que lo único justo es la máxima libertad; otros, porque creen que solo se puede hablar de verdadera libertad donde y cuando está garantizada la justicia.
Parece que, para aclarar este asunto, es necesario pensar en qué consiste la Libertad, y la Justicia.
¿Quieres opinar, debatir, o simplemente escuchar qué opinan otros sobre este asunto (y cuantos se nos ocurran al hilo)? Pues pásate por El Carro de Tespis de Sax este domingo, a las seis.

miércoles, 5 de junio de 2013

El lugar de la Filosofía. Acto en Mérida

El pasado sábado, 1 de Junio, la Plataforma de Defensa de la Filosofía en Extremadura y la Asociación de Filósofos Extremeños realizaron uno más de los eventos en los que, con el título de “¿Quién teme a la Filosofía?”, quieren denunciar el ataque a que las disciplinas filosóficas están siendo sometidas, en la Educación, por parte de los gobiernos españoles, y especialmente por el actual, cuyo proyecto de ley educativa, LOMCE, reduce drásticamente la presencia de la Ética y el pensamiento filosófico en los currícula de ESO y de Bachillerato.

La jornada constaba de dos actos: el primero consistió en una ponencia, dada en la sede de la UNED de la Mérida, por nuestro compañero y miembro del colectivo Ciudad Filosofía, Juan Antonio Negrete, y que llevaba por título “El lugar de Filosofía”. A continuación, se leyeron textos filosóficos en la Plaza de España de Mérida. El evento sirvió, de paso, para un primer acto de "hermanamiento" entre las asociaciones organizadores (PDFex y AFEx) y nuestra Ciudad Filosofía.

¿Realmente puede alguien creer que el problema educativo que tiene una sociedad, cuya situación de crisis económica procede principalmente de la especulación desenfrenada, la corrupción generalizada (sobre todo entre los políticos y grandes poderes financieros y comerciales) y la desigualdad, es que tiene exceso de Ética y Filosofía? ¿Es el exceso de Filosofía el causante de que muchos jóvenes muy bien preparados, no encuentren trabajo y tengan que emigrar? ¿Qué es de una sociedad donde falta la reflexión filosófica? ¿Qué lugar debería ocupar la Filosofía en la Educación de una Democracia? Aquí podéis leer la ponencia del día 1 de junio: